Lo primero que quiero decir es que hay que repasar por qué estamos hoy acá. Y eso es porque todos los bloques, menos el oficialismo, decidimos bajar al recinto, básicamente no para estar haciendo esta reunión sino para retrotraer el tarifazo que hizo el gobierno. Ese es el compromiso que había entre los bloques, y de parte del Frente para la Victoria vamos a persistir e insistir en este mismo camino. Y vamos a pedir al resto de los bloques que nos acompañen en esta iniciativa. Esto no es porque creamos que el Congreso debe ser quien fije las tarifas, sino porque no falta ninguna evidencia de parte de la Justicia, de parte de los sectores sociales, de parte de muchos Diputados del oficialismo también, que esto está mal hecho, y que hay que empezar de nuevo. Acá hay que hacer tabula rasa. Y habría que hacerlo, como marca la ley por tratarse de un tema de tanta importancia, en una discusión con audiencia pública, y de esa manera poder salir de este atolladero en el que están. Yo creo que hay demasiados idas y vueltas, no se sabe qué va a pasar y eso es lo que está generando en un gobierno que ha predicado tanto la certidumbre, nadie sabe hoy qué va a pasar con el tarifazo tal cual lo establecieron. Al tarifazo uno, al tarifazo dos, y ahora al tarifazo tres con la nueva modificación.
Así que el objetivo de hoy no es del todo comprender alguno de estos elementos, sino reconocer que el tarifazo que hicieron no lo puede pagar la gente, no lo pueden pagar las empresas. Entonces, una medida que se aplica pero no se puede hacer efectiva, porque generaría un daño mucho mayor que el pretendido efecto beneficioso, simplemente hay que anularla, volver para atrás y discutirla de nuevo en el propio gobierno porque esta atribución es de ustedes, del Poder Ejecutivo.
El segundo punto que quiero marcar, que ha surgido con muchas formas de expresarse del Ministro Aranguren, que me parece que marcan una importante diferencia en la concepción del sistema hidrocarburífero, del sector petrolero, del sector energético y del papel del Estado. Ha dicho muchas veces el señor Aranguren que hay que buscar las señales adecuadas de precios, que en un mercado no regulado el mercado es el que ajusta, y ha remitido a la legislación que viene de los 90, que efectivamente para los distintos segmentos del mercado aún habla de un precio no regulado, y esto es algo que viene de los ’90. Por eso a mí me parece que está rondando aquí una idea de que el mejor esquema, porque como algunos presuntos especialistas, algunos que ocuparon cargos durante menos de un mes, un par de días, pero son ex Secretarios de Energía, parecen decir, o lo dicen a veces explícitamente, es que el mejor modelo es ese, el de los ’90, de regulación de los mercados y precio internacional. Y han dicho que eso está muy bueno, porque la Argentina tenía el autoabastecimiento que perdió.
Lo que yo quiero señalar es que si uno mira cualquier indicador, Argentina en los 90 tuvo exceso de producción porque hubo baja inversión, porque hubo baja actividad económica, y el exceso se exportó. Ese modelo nosotros no lo queremos, de regulación del mercado, de precios internacionales, de empresas que hacen lo que quieren. Entonces, si la pretensión oculta o abierta es volver a ese modelo porque era exitoso no es así. Veamos, por ejemplo, las reservas de gas, que tanto se ha dicho de que en los últimos doce años… Las reservas se miden en años que le quedan al país de reservas. Por ejemplo, gas, menciono solo algunos números. A principios de los ’80, 79, 45 años de reserva de gas. A fin de los ’80, 89, 30 años le quedaban. Terminan los ’90, liquidaron todo, y privatizaron las empresas, y quiero decir, dicho sea de paso, que el único partido de este Parlamento que votó a favor de que YPF siga siendo de Repsol es el que después le fue a pedir perdón por esto, que es el del Presidente Macri, no el radicalismo. Pero lo que queda claro es que cuando terminan los ’90, quedan diez años de reservas de gas. Y hoy quedan siete años y pico de reservas de gas. Quiere decir que la política que liquidó el yacimiento de Loma la Lata y todos los viejos activos ha sido específicamente en los ’90, sumado a la política de privatizaciones que, es cierto, se fue revirtiendo, tanto en regulación, como en la propiedad de YPF, a lo largo de estos doce años, y efectivamente, en los últimos años, con la recuperación de YPF los resultados son mucho mejores. Porque este es otro resultado que quiero mostrar. Cuando había autoabastecimiento, había 11 provincias desconectadas del sistema eléctrico. Y, por otro lado, había solo 5 millones de hogares que tenían gas de red, y hoy tenemos ocho millones cien, dijo el Ministro. Esto fue durante estos últimos doce años. Entonces, además, esa política de desindustrialización, exclusión social y bajo crecimiento, muy en consecuencia con lo que está pasando hoy en el país, era una política que traía un sector hidrocarburífero desregulado, un sector con tarifas internacionales, que, además, le pregunto al Ministro, hoy los precios están bajos, con lo cual la idea sería adecuar los precios a los internacionales. ¿Qué dicen cuando los precios están muy altos? Es la misma idea. Porque si desarman todo el andamiaje regulatorio, cuando entonces suba el precio también se lo van a querer descargar a los usuarios. Esto es lo que está oculto. Porque la verdad es que acá le dan plata a las empresas, sin compromisos, es cierto que son algunos programas que se habían iniciado, y que habían dado resultados pero ahora dejan de tenerlo porque esos precios que se marcan no implican compromisos de inversión. O no se están cumpliendo. Hay menos actividad y menos empleo, y están dejando pueblos vacíos donde había actividad petrolera estos últimos doce años y particularmente estos últimos.
Después hay otros puntos que la verdad que son técnicos, vale la pena discutirlos. Pero la verdad es que decir que ahora llegó el PRO y se acabó el gas. La verdad que no. Macri llegó y este año la producción de gas creció internamente un 5%. Es decir que no puede faltar más gas que el año pasado, teniendo en cuenta que además la actividad industrial, según todos los indicadores, cayó 9 puntos, teniendo en cuenta que el consumo, según la CAME, viene cayendo todos los meses. O sea, cae la demanda, hay más producción, y ahora es la eclosión de la cuestión del gas. De la misma manera que la caída de los precios internacionales. Por eso no es que hubo un súbito cambio en la oferta de gas. No es que hubo un súbito cambio en la demanda. Al revés. Cayó la demanda, aumentó la oferta, gracias a la política tomada por el gobierno anterior.
Ahora bien, ¿es fiscal este tema? Porque lo otro que han dicho, y lo han usado, como bien se decía acá, como un elemento de extorsión, a los usuarios, a todo el mundo, a la Corte Suprema, a los Diputados. Y me hace acordar al blanqueo, a lo de los fondos buitres, a lo de los jubilados. O se hace lo que el gobierno dice o va a haber enormes desgracias, tremenda hiperinflación, tremenda recesión, y en particular están diciendo que el aumento tarifario proviene de una crisis fiscal. Es decir, que no había otra forma de hacerlo, que había que hacerlo a esta velocidad, a este nivel, y en este momento. Ahora, si el problema era fiscal, como ya se ha dicho y sabe todo el pueblo argentino, se han cansado de perdonarle impuestos a los sectores más concentrados. O sea que, si tenían problemas fiscales, por lo menos que el votante del PRO, pero le digo a toda la sociedad, discuta cómo solucionarlo. No con el tarifazo. ¿Por qué perdonarle 60 mil millones de pesos a los exportadores de granos, a las mineras, y a todos los exportadores concentrados de la industria, y trasladarle eso mismo al usuario? No es un problema fiscal. Es una decisión política. Una redistribución de los gastos y de los ingresos, a favor de los que más tienen y en contra de la sociedad. Con una cuestión ideológica, porque creen en ese modelo. Lo que pasa es que están diciendo otras cosas. Creen en ese modelo de desregulación total de la economía. Eso es lo que creen. Y dice el Ministro: bueno, pero no podemos regular el precio porque la ley dice que no se puede, bueno, cambienla si la quieren regular. Y todas las medidas que se tomaron de incentivo, de estímulo, para hacer cambios en el sector petrolero, ahora las deshacen.
La verdad es que no se acabó la oferta de gas. No hay problema fiscal. Si no no hubiesen tomado deuda para pagar a los buitres, sino para sostener las tarifas. Pero las prioridades las fija el gobierno, y las prioridades son los buitres, los grandes exportadores de granos, y no el usuario. Ese es el punto. Y después podemos discutir todo lo que quieran sobre lo demás.
Porque si quieren fomentar el consumo responsable, por ejemplo, con la idea de que hoy hay mucho consumo, por lo menos en lo que hace al respecto los electrodomésticos que gastan mucha energía, esos programas existían, estoy de acuerdo, pero no se hace con un tarifazo del 1600%. Eso no ayuda a las industrias a cambiar su parque productivo, que no pueden pagar sus facturas. ¿Cómo van a comprar máquinas más eficientes? Se pone crédito, se da tiempo, se da un sendero y una trayectoria que le piensan dar a los precios y las tarifas.
Y, por último, y me parece muy importante porque hay una contradicción con esto, se dice: tenían congeladas las tarifas. Tres o cuatro veces ha dicho el Ministro y ha hablado de los aumentos que dio el gobierno anterior en los últimos doce años. Es verdad, se dieron aumentos. ¿Por qué no hubo lío en ese momento? Porque los aumentos los podía pagar la industria, el comercio, la gente. Es decir que la política tarifaria prestaba atención principalmente a los objetivos nuestros en términos de poder adquisitivo, de industrialización y de crecimiento. No a un Excel de conseguir ciertos ingresos fiscales, que yo entiendo que tal vez el Ministro de Economía o alguien pida que haya determinados ingresos fiscales. Pero que vean las prioridades.
Que no se lo cobren a la gente y se lo den a los buitres. Que no se lo cobren a la gente y se la den a las cerealeras. No es así. Hay otras soluciones. No nos pongan siempre contra la espada y la pared, porque ya van ocho meses de esta metodología, que si no la hiper, si no el país se va al tacho. No es así. Vayan para atrás con esto, y si quieren discutamos razonablemente qué es lo que piensan hacer con las tarifas en los próximos cuatro años. Y se puede hacer. Y lo digo con respecto a la oportunidad, y con esto cierro, y le pregunto al Ministro Aranguren lo que creo que es la pregunta del millón. La verdad es la oportunidad. Porque si estuviésemos discutiendo solo el aumento del 1600%, después recogido y convertido en un aumento del 400%, si estuviésemos discutiendo que ya ha criticado Camaño y Pitrola que si le ponen techo del 400% entonces no es para el ahorro, la gente va a gastar más probablemente, así que perdió su objetivo original. Pero yo digo, hay que tener en cuenta también el contexto. Porque no es que cae un aumento del 1600%, que ya sería para analizar si es posible de ser pagado por alguien. Pero cae esto después de la devaluación del 60%, una inflación que va a totalizar el año entre el 42 y el 50%, aumenta también el transporte público, el agua potable, es decir, es la suma de todo eso, lo que hace que este aumento, tal vez por ser el último, sea lo que más problemas ha desatado. Pero la verdad es que es el paquete. Es un programa que descarga en la gente, en las pequeñas empresas, y tiene ese resultado, que también llamo la atención sobre el tema fiscal. Porque con este tarifazo, ¿ustedes creen que se va a cerrar el problema fiscal? Yo lo que veo que cuando se aplican tarifazos y estos programas de austeridad, la economía produce menos, la gente consume menos, y después de recauda menos, como está pasando. Así que esto de ahorcar el gasto público y de ahorcar de impuestos a los que menos tienen, termina generando el efecto contrario. Y el efecto es que la actividad va peor y se recauda menos. O sea que, como han mostrado los últimos números, no se ahorró nada. Después de hacer todo ese esfuerzo no se ahorró nada. Si no, pregúntele a los pueblos de Europa que han aplicado la austeridad. No sirve la austeridad. De esta manera no sirve, porque descarga sobre la gente y la gente no puede comprar, no puede vivir. Y entonces tampoco crece la economía.
Ahora, la pregunta al Ministro es esta. Hoy podemos discutir 200 años sobre los aumentos que hicimos nosotros, que hicieron ustedes, qué pasó con la producción, qué pasó con YPF. Pero lo que se preguntan todos es: ¿el gobierno va a escuchar a alguien, de todos, del propio sector oficialista, de la Justicia, de las organizaciones populares, de los sindicatos, de las PYMES, de los grandes empresarios, que le dicen: este aumento así no va? ¿Y va a ir para atrás con el tarifazo?. Esa es la gran pregunta. Porque si no, nos podemos pasar años hablando de estas cuestiones. Pero, ¿va a volver atrás con el tarifazo o va a venir acá para ganar tiempo y el gobierno va a seguir aplicando las mismas tarifas y querer cobrarlo retroactivo?.