Hace días decíamos que el problema del gobierno de Macri era que no tenía Plan A. Nunca imaginamos lo que vendría. El endeudador serial de la Ciudad de Buenos Aires estaba siendo coherente no solo con su política sino con sus intereses y su historia. Ricardo Nissen (ex titular de la IGJ) afirmó que “las sociedades offshore están hechas para delinquir” y “Macri no puede decir que no sabe para qué se constituía una sociedad offshore”. Macri avanzó en su programa pro capital financiero, que requiere los brutales niveles de ajuste a los que nos está sometiendo y también prolongarlos en el tiempo. Es sabido que el capital financiero utiliza las deudas para obtener grandes negocios, así endeudamiento y fuga de capitales son dos caras de una misma moneda. Por eso fue clave la designación masiva de empresarios en todo el gabinete, conformando una verdadera masa de militantes (sin grasa) del capital financiero. Sin duda la perla de las designaciones es Laura Alonso. Para empezar Macri violentó la ley para poder nombrarla, pues solo un abogada/o estaba habilitado para ocupar el cargo. Laura no era abogada, no está haciendo su trabajo, que es investigar, y es la principal defensora de Macri sin siquiera evaluar la situación. Sin embargo, sus propias palabras complican a Macri ya que en su comunicado nos dice que las offshore son una “industria para guardar secretos financieros”. Laura: ¿por qué no nos decís qué secretos necesita esconder nuestro Presidente? ¿Aparecerán los fondos buitre como socios de Macri, Prat-Gay y Cia? ¿Habrá mucha plata no declarada en esta sociedad? De paso ¿por qué no nos contás cómo Singer financiaba tu corta carrera de denunciadora serial, abruptamente concluida con los Panama Papers? Leer más