Terminaron las elecciones intermedias y comienza la campaña presidencial 2019. Entre ambas elecciones hay que gobernar, pero esos son detalles. A fin de cuentas, esta era una elección de señales antes que de instituciones y la gobernabilidad nunca estuvo en duda. No estaba en juego la Presidencia, no podía modificarse significativamente la composición del Senado o Diputados, y las gobernaciones provinciales de Corrientes y Santiago del Estero tenían escaso valor estratégico, tanto para Cambiemos como también para el peronismo en cualquiera de sus variantes. Para ser justos, los cambios en la composición del Congreso tienen consecuencias institucionales que son relevantes, como sostengo más adelante. Pero las elecciones intermedias de 2017 eran clave para marcar territorio con vistas al 2019. Era el mensaje político, antes que el institucional, lo que debía resonar con los votantes. Aun cuando la elección nos deja cambios institucionales modestos, las elecciones de 2017 tendrán un legado político considerablemente más interesante. Sin duda mucho más relevante que el anticipado hace tan sólo unos meses por la gran mayoría de los analistas, entre los cuales me incluyo. Acá la nota completa