El espacio político liderado por Mauricio Macri se caracteriza por las pocas o nulas precisiones respecto de qué cambios concretos propone en el terreno económico. El discurso se encuentra estructurado y planificado hasta en el más mínimo detalle y solo a partir de declaraciones que parecen estar fuera del libreto -y que no abundan-, es posible aventurar qué rumbo podría tomar la economía argentina en caso de que el actual Jefe de Gobierno porteño se imponga en el balotaje del próximo 22 de noviembre.
Dentro de este discurso monolítico, vago e impreciso, las definiciones respecto del tipo de cambio y el dólar constituyen, sin embargo, una verdadera excepción. Fue el propio Macri quien dijo que, en su gobierno, será el mercado y no el Estado el que defina el tipo de cambio. También aseguró repetidas veces que el denominado “cepo” será levantado en forma inmediata. Y finalmente, para dar sentido a estas afirmaciones, confirmó su pretensión de hacer converger el tipo de cambio oficial con el dólar blue. Esto supone entonces una devaluación de la moneda local del orden del 50% (pasando de 9,63 a 15 pesos). Como dijo Zaiat, es la primera vez, al menos desde 1983, que se plantea como propuesta de campaña una devaluación y de esa magnitud.
Históricamente, los efectos de una devaluación en la Argentina han sido traumáticos y muy nocivos en términos del poder adquisitivo de la clase trabajadora. Estos antecedentes no parecen augurar el advenimiento de la revolución de la alegría. Es por ello que los dirigentes de Cambiemos intentan minimizar las posibles consecuencias de una depreciación tan brusca del peso argentino.
El primer argumento que dieron en esa dirección es que la economía actual ya funciona al tipo de cambio de dólar blue (alrededor de 15 pesos): así, una devaluación lo único que haría es sincerar la situación existente y por lo tanto afectaría a muy pocos sectores. Sin embargo, como escribió recientemente Marcelo Zlotogwiazda, el dólar oficial es el precio más relevante de la economía: "(a ese nivel) se liquidan todas las importaciones y exportaciones por más de 100.000 millones de dólares anuales, se pagan los fletes, las regalías, los pasajes al exterior, los gastos con tarjeta, y los casi 9.000 millones del llamado “dólar ahorro” que el Banco Central ha vendido desde comienzos del año pasado”. Además, desde que Macri anunció su intención de llevar el dólar oficial a 15 pesos, hubo distintos productos que se encarecieron (harina, grasas, medicamentos). Estos incrementos, por sí mismos, desmienten que la economía estuviese funcionando con el dólar blue como principal referencia.
El segundo argumento, repetido con insistencia por el macrismo, es que ha sido el kirchnerismo quien devaluó fuertemente la moneda (Macri llegó a decir que el gobierno de Cristina fue el que más devaluó en el mundo en los últimos 8 años). En primer lugar, las propias estadísticas del Banco Mundial desmienten esta afirmación: otros países depreciaron su moneda por encima de lo que lo hizo la Argentina .
En segundo lugar, entre junio de 2003 (Néstor Kirchner asumió como Presidente el 25 de mayo de 2003) y octubre de 2015, el tipo de cambio sufrió una depreciación del 237%. ¿Es poco o mucho? Una respuesta adecuada exige una debida contextualización. A continuación, damos una referencia mediante la comparación entre la evolución del tipo de cambio y del salario mínimo. Como se observa en el siguiente cuadro, el incremento salarial (del 2.694%) fue muy por encima de la trayectoria seguida por el peso argentino.
Año | Tipo de Cambio | Salario Mínimo |
2003 (Junio) |
2,80 |
200 |
2004 |
2,92 |
450 |
2005 |
2,90 |
630 |
2006 |
3,05 |
800 |
2007 |
3,10 |
980 |
2008 |
3,14 |
1.240 |
2009 |
3,71 |
1.440 |
2010 |
3,90 |
1.740 |
2011 |
4,11 |
2.300 |
2012 |
4,54 |
2.670 |
2013 |
5,46 |
3.300 |
2014 |
8,08 |
4.400 |
2015 (Ocubre) |
9,46 |
5.588 |
Evolución 2003-2015 |
237,86% |
2.694% |
Otra forma de medir la evolución del salario mínimo y que tiene obviamente influencia en la discusión sobre una posible devaluación es comparar la situación argentina con otros países de la región. Para ello, tomamos en cuenta el salario mínimo medido en dólares.
Países |
Salario Mínimo en Dólares |
Evolución 2003-2015 |
|
2003 (Junio) |
2015 (Octubre) |
||
Argentina |
71 |
590 |
730,99% |
Bolivia |
59 |
245 |
315,25% |
Brasil |
85 |
203 |
138,82% |
Chile |
159 |
350 |
120,13% |
Colombia |
116 |
216 |
86,21% |
Ecuador |
138 |
413 |
199,28% |
México |
103 |
127 |
23,30% |
Paraguay |
138 |
336 |
143,48% |
Perú |
122 |
234 |
91,80% |
Uruguay |
47 |
346 |
636,17% |
Argentina tiene en la actualidad el salario en dólares más alto de toda la lista. No solamente eso. También fue el país que más incrementó en términos porcentuales el salario mínimo en los últimos doce años: pasó de 71 a 590 dólares, lo que representa un incremento del 730%. Cabe decir que estas cifras deben ser analizadas con otras dos variables centrales del mercado laboral argentino. La primera es el nivel de desempleo: en 2003, nuestro país tenía una desocupación del 25% y ahora es del 6%. La segunda variable tiene que ver con la informalidad laboral. Argentina en 2003 tenía casi la mitad de los trabajadores en negro y hoy esa cifra disminuyó al 33%. Este nivel de empleo en negro sigue siendo muy alto y registra un estancamiento en los últimos años.
En definitiva, lo que se observa es que en el período 2003-2015 el ritmo de depreciación de la moneda local ha sido inferior a la evolución del salario mínimo. Asimismo, en términos relativos, Argentina tiene un salario mínimo en dólares superior al resto de los países de la región. De esto se desprende entonces que la política cambiaria del gobierno no tuvo como objetivo la búsqueda de competitividad vía depreciación del salario.
En contraste, y para entender cuál es la lógica de Cambiemos en su propuesta devaluatoria, es necesario recordar que Macri ha dicho en repetidas ocasiones que la principal batalla del próximo gobierno debe ser la disminución de la inflación. Si ese es el gran objetivo, ante la prometida devaluación del orden del 50%, ¿es factible imaginar que en las próximas paritarias, el aumento salarial que estimule un eventual gobierno macrista sea del mismo nivel? Para concluir, cabría preguntarse: si no buscan una caída del salario, ¿para qué quieren devaluar entonces?