Las PASO se introdujeron a nivel nacional con la reforma política de diciembre de 2009 y se aplicaron por primera vez en las elecciones de 2011. Suele ser un mecanismo valorado por la clase política: se resalta que incentiva la participación ciudadana y reduce el poder de los aparatos partidarios en el proceso de elegir candidaturas. De hecho, once gobiernos a nivel sub-nacional emularon la experiencia, aplicando en 2015 primarias para elecciones provinciales.
Sin embargo, al menos en el ámbito nacional, la ciudadanía sigue teniendo poca injerencia: la mayoría de los partidos y alianzas optan por presentarse a las PASO con listas de unidad. Esto vale tanto para elecciones presidenciales como legislativas.
Cuadro 1. Para Presidente
2011 |
2015 |
||
Listas sin unidad |
Total de Listas |
Listas sin unidad |
Total de Listas |
0 |
10 |
3 |
11 |
0 % |
27,27 % |
Fuente: elaboración propia en base a Andy Tow
Cuadro 2. Para Diputados
2011 |
2013 |
2015 |
|||
Listas sin unidad |
Total de Listas |
Listas sin unidad |
Total de Listas |
Listas sin unidad |
Total de Listas |
23 |
203 |
43 |
173 |
36 |
189 |
11,33% |
24,85% |
19,04% |
Fuente: elaboración propia en base a Andy Tow
Cuadro 3. Para Senadores
2011 |
2013 |
2015 |
|||
Listas sin unidad |
Total de Listas |
Listas sin unidad |
Total de Listas |
Listas sin unidad |
Total de Listas |
6 |
60 |
13 |
60 |
12 |
61 |
10% |
21,67% |
19,67% |
Fuente: elaboración propia en base a Andy Tow
Los resultados son concluyentes: las PASO, mayoritariamente, no son utilizadas como herramienta para seleccionar candidaturas. Es decir, no se cumple uno de sus objetivos fundacionales, el de fortalecer la democracia interna de los partidos a través de la participación ciudadana.
Ahora bien, ¿por qué los partidos y alianzas, salvo excepciones, prefieren presentar candidaturas únicas?
Ernesto Calvo y Andŕes Malamud, en junio de 2015, brindaron una explicación (http://elestadista.com.ar/?p=7336). Su argumento, solventado en el método de inferencia ecológica que analiza transferencias de votos, es que el ganador en una primaria encuentra serias dificultades para conservar en las generales el voto de quienes optaron por el pre-candidato derrotado.
En virtud de ello, los autores elogiaron, en esa misma nota, la jugada del Frente para la Victoria de ir con lista única a nivel presidencial (Scioli-Zannini), mientras que mostraron cierto escepticismo respecto de la eficacia de la estrategia opositora, consistente en habilitar la competencia (Macri contra Elisa Carrió y Sanz; y Massa versus De la Sota). Con el diario del lunes, y filosofía bilardista de por medio, podría afirmarse que sus pronósticos fallaron.
Sin embargo, tal conclusión se ve modificada al considerar lo ocurrido en la provincia de Buenos Aires y su decisivo impacto -por tratarse de una elección concurrente- a nivel presidencial. Los efectos perniciosos de las PASO se hicieron sentir con fuerza a través de la disputa entre Aníbal Fernández y Julián Domínguez. En las primarias de agosto de 2015, entre ambos, obtuvieron 3.303.812 votos (40,40%) y el kirchnerismo salió primero; mientras que, en las generales de octubre, con Fernández ya como candidato, el FPV disminuyó su caudal electoral: consiguió 3.230.780 votos, o sea, 73.025 menos que en agosto. Tal merma es aún mayor si se tiene en cuenta que la participación electoral y la cantidad de votos positivos aumentaron entre una y otra elección.
Una manera de estimar en forma aproximada cuántos votos hubiese obtenido el FPV en las generales en caso de que Fernández hubiese retenido todos los votos de Domínguez es calcular el porcentaje alcanzado en las primarias (40,40%) pero sobre el total de votos positivos de las generales (9.156.660). Esto da un total de 3.699.290 votos, es decir, 468.501 menos de lo que consiguió efectivamente Fernández. Recordemos que Vidal, la ganadora, obtuvo, con lista única, 3.609.312 votos (beneficiada por muchos votantes de Domínguez).
Se podría objetar que la coalición triunfante a nivel nacional, Cambiemos, no tuvo lista de unidad. Sin embargo, dichas primarias tuvieron la particularidad de ser escasamente competitivas: como anticiparon todas las encuestas, Macri arrasó, obteniendo el 81% de los votos. Es decir, fue una elección de baja intensidad, sin heridos, en la que los perdedores (Carrió y Sanz) sabían de antemano que su función no era disputarle el lugar a Macri. De esta manera, fue más fácil fidelizar votos entre las PASO y las generales.
Por el contrario, en el espacio UNA, la disputa entre Massa y De la Sota fue más equilibrada, y en octubre, el ganador (Massa), no pudo retener todos los votos del perdedor (con el mismo cálculo realizado anteriormente para las PASO bonaerenses del kirchnerismo, la pérdida asciende a 206.575 votos).
En resumen, la elección presidencial 2015, incluido el efecto que sobre ella tuvieron las primarias del kirchnerismo en Buenos Aires, parecen haber confirmado la idea central de Calvo y Malamud: sin lista de unidad, las PASO se pueden transformar en un problema.
Los ejemplos a nivel sub-nacional que se analizan a continuación, dan mayor sustento a esta tesis.
Las PASO a nivel subnacional
Decíamos al comienzo de la nota que son once las provincias que eligieron imitar la experiencia de las PASO en sus territorios. A fin de evaluar sus efectos, se ha tomado en consideración el desempeño de los oficialismos provinciales en las primarias y en las generales durante 2015.
Cuadro 4. Oficialismos provinciales
Distrito |
PASO |
Generales |
Diferencia Generales-PASO |
Diferencia entre lo que sacó y lo que debería haber sacado con retención perfecta* |
¿Ganó la elección? |
¿Lista única? |
Bs. As. |
3.303.812 |
3.230.789 |
73.023 |
468.501 |
No |
No |
CABA |
882.421 |
832.619 |
49.802 |
44.306 |
Sí |
No |
Catamarca |
82.015 |
105.710 |
23.695 |
- |
Sí |
Sí |
Chaco |
352.164 |
358.703 |
6.539 |
28.198 |
Sí |
No |
Chubut |
103.007 |
113.054 |
10.047 |
1.921 |
No |
No |
Entre Ríos |
289.295 |
325.878 |
36.583 |
- |
Sí |
Sí |
Mendoza |
406.923 |
422.057 |
15.134 |
14.841 |
No |
No |
Salta |
292.311 |
340.174 |
47.863 |
- |
Sí |
Sí |
San Juan |
233.261 |
213.244 |
20.017 |
29.715 |
Sí |
No |
San Luis |
119.461 |
133.789 |
14.328 |
- |
Sí |
Sí |
Santa Fe |
533.087 |
584.017 |
50.930 |
2.462 |
Sí |
No |
Fuente: Elaboración propia en base a Andy Tow
*Se replica el cálculo realizado para la primaria bonaerense. Se toma en consideración la cantidad de votos positivos de las generales y el porcentaje de votos de las primarias. El resultado de esa operación da la cantidad de votos (en valores absolutos) que el candidato hubiera obtenido en las generales en caso de retener todos los votos del pre-candidato perdedor de las PASO. Ese número, finalmente, se resta a la cantidad de votos obtenidos efectivamente en las generales. Cabe aclarar que este cálculo es solo una aproximación general, y tiene como principal limitante el no permitir identificar transferencias individuales de votos, como por ejemplo.
La unidad tiene premio:
En los cuatro casos que hubo lista única, el oficialismo ganó. Además, en todos los casos, aumentó la cantidad de votos obtenidos entre las PASO y las generales.
En tres experiencias en las que el oficialismo presentó más de una lista, el candidato opositor triunfante fue con lista de unidad: Vidal, en Buenos Aires; Das Neves, en Chubut; y Cornejo, en Mendoza.
CABA y San Juan son dos ejemplos en los que los oficialismos, a pesar de habilitar más de una lista, lograron imponerse. Sin embargo, en ambos casos, de las PASO a las generales hubo pérdida de votos. Cabe hacer además algunas precisiones adicionales de estas experiencias. En CABA, las tres principales fuerzas políticas de esa elección presentaron más de una lista: mientras que en Unión PRO, que finalmente ganó, compitieron dos pre-candidatos, en ECO hubo tres listas y en el FPV siete. En San Juan, por su parte, la competencia fue muy despareja y el ganador, Uñac, arrasó contra su rival Godoy.
Finalmente, en Chaco y en Santa Fe hubo más de una lista, y ganaron los oficialismos, aumentando el caudal electoral entre las PASO y las generales (aunque estuvieron por debajo del número de votos que deberían haber obtenido con una retención del 100%). Cabe decir que, en Chaco, la competencia fue muy despareja a favor de la fórmula Peppo-Capitanich (sus rivales internos no superaron el 2% de los votos).
¿PASO o no PASO en Buenos Aires?
A fuerza de sintetizar, las elecciones 2015, a nivel nacional y sub-nacional, parecen avalar la idea de que las PASO, sin lista de unidad, conllevan problemas para fidelizar los votos entre las primarias y las generales. Por el contrario, con candidaturas únicas, o en su defecto, con primarias con escaso nivel de competitividad, la eficacia resulta notable: la elección funciona como una gran encuesta, y en caso de obtener el primer puesto, ello funciona como propulsor para aumentar el caudal electoral en las generales.
En función de lo analizado en esta nota, la gran pregunta es: si hay PASO dentro del Frente para la Victoria en la provincia de Buenos Aires, ¿el candidato ganador podrá retener los votos del perdedor? ¿Quién, a priori, estaría en mejores condiciones de lograrlo: el sector liderado por Cristina Fernández o el de Florencio Randazzo?
Más allá de los números, desde el punto de vista conceptual, cabe realizar algunas consideraciones adicionales. Si dentro del peronismo-kirchnerismo, hay acuerdo en que el “adversario” a vencer es el macrismo, la competencia entre dos o más listas, ¿no tendría el efecto de diluir esa contradicción principal? ¿O, en todo caso, quedar postergada, tal vez innecesariamente, hasta mediados de agosto?
En segundo lugar, la presencia de Massa, como oposición responsable, por fuera del peronismo, ¿no reduce considerablemente el campo de acción de Randazzo y su pretensión de diferenciarse del kirchnerismo “más duro”?
En tercer lugar, pero vinculado con lo anterior, si el margen de divergencias es casi nulo, y lo que subsiste son solamente diferencias de personalidades, ¿no es mejor hacer una lista de unidad,en la que los distintos espacios tengan representación?
En cuarto lugar, ¿puede ocurrir que los efectos negativos de las PASO, señalados en esta nota, se vean morigerados en elecciones legislativas, en las que existe la posibilidad de que las listas ganadora y perdedora se integren en las elecciones generales?